Historia

El 31 de octubre de 2014 se cumplieron 125 años de la llegada de los primeros religiosos terciarios capuchinos al convento de Monte-Sión (lugar ofrecido por la ciudad y los vecinos a la congregación amigoniana en 1889), donde fundaron una escuela que ha continuado su labor de manera ininterrumpida hasta nuestros días, siendo hoy una realidad educativa que acoge más de 1200 alumnos de todas las etapas de enseñanza. Desde el año 1967 es además constituida parroquia bajo la advocación de Nuestra Señora de Monte-Sión, en la que se encuentran integrados numerosos grupos apostólicos y hermandades de nuestra ciudad. Torrent y la congregación amigoniana han escrito una historia común de 125 años que queremos celebrar y agradecer.

 

 

Breve reseña histórica

 

El 31 de octubre del año 1889 llegaron los religiosos terciarios capuchinos (amigonianos) a Torrent procedentes de la Cartuja de El Puig, instalándose en el antiguo convento alcantarino de Monte-Sión, que, abandonado por sus antiguos moradores en 1836, estaba dedicado en una parte a Beneficencia –de la que se encargaban las Terciarias Franciscanas de la Inmaculada–, y otra parte a Cuartel de la Guardia Civil.

 

Al frente del primer grupo de religiosos iban el P. Luís Amigó y el P. José María de Sedaví (conocido en Torrent como P. José Méndez), quien hasta hacía unos meses había sido coadjutor de la parroquia de la Asunción.

 

Primera época (1889-1936)

 

Durante los primeros años en Monte Sión, los religiosos atendieron el Hospital y la Beneficencia de hombres, asistiendo a domicilio algunos enfermos, cuidando el culto de la iglesia conventual, y educando, en una pequeña escuela que ellos mismos dirigían, a algunos de los hijos de la población.

 

También se ocuparon de impulsar y dar nueva vida a la Pía Unión de San Antonio de Padua, que, fundada casi nada más llegar a Torrent por los primeros amigonianos, fue reconocida oficialmente por la Curia General de la Orden Franciscana el 21 de octubre de 1899.

 

Pero entre todas aquellas primeras actividades, hubo una –la escuela– que poco a poco fue cobrando incremento, y llegó a constituirse, con el tiempo, en el apostolado principal de la Casa.

 

El 6 de febrero de 1893 se consiguió ya de la autoridad competente la oportuna autorización para impartir clases de primera enseñanza.

 

Con todo, el gran paso hacia lo que posteriormente distinguiría ya a la Casa como Colegio Nuestra Señora de Monte Sión se produjo en 1918, cuando se consiguió ampliar oficialmente la enseñanza impartida al bachillerato.

 

Cuando estaban para cumplirse treinta y siete años de estancia de los terciarios capuchinos en Torrente, el Ayuntamiento hizo escritura de cesión del Convento a favor de la Congregación, con fecha del 8 de junio de 1926.

 

La vida en Monte Sión, sin embargo, se vio bruscamente truncada en 1936 por la guerra civil española. En ese año los frailes se vieron obligados a abandonar el convento.

Segunda época (1939-2014)

 

Finalizada la contienda civil, algunos religiosos, con su superior a la cabeza, el padre Prudencio Mª de Palmera, se instalaron –en abril de 1939– en una casa cercana a las ruinas del Convento y para el curso escolar 1939-1940 el Colegio reabrió sus puertas en aquella sede provisional.

 

En 1948 Regiones Devastadas concedió la subvención para llevar adelante el proyecto de reconstrucción del Convento según los planos que había realizado tres años antes el arquitecto D. Carlos E. Soria.

 

Dos años más tarde –el 20 de octubre de 1950– fue bendecido e inaugurado ya el nuevo edificio. Para entonces hacía ya siete años que –el 4 de octubre de 1943– había sido inaugurado el nuevo templo de Monte Sión, levantado fundamentalmente gracias a las aportaciones económicas, de material y de mano de obra de las gentes de Torrent.

 

En 1967 –mediante decreto 555/1967– el Colegio Monte Sión fue declarado Sección filial masculina n. 11 del Instituto de Valencia Luis Vives y, al comenzar ese nuevo curso escolar, fue inaugurado ya como tal en los actos que tuvieron lugar los días 7 y 8 de octubre de aquel mismo 1967.

 

Al año siguiente –en 1968– el templo conventual fue erigido –con fecha del 25 de septiembre– Parroquia Nuestra Señora de Monte Sión. Poco después, tomaría posesión de la misma, en calidad de primer párroco, el padre José Deusa García.

 

A partir de ser constituido sección filial del Instituto Luis Vives, el Colegio Monte Sión experimentó un extraordinario crecimiento y pronto hubo que emprender obras de ampliación, que condujeron a la construcción de un nuevo cuerpo de edificio, inaugurado el 31 de enero de 1971, y poco después a la edificación de un pabellón –casi gemelo del anterior– que se ubicó en la parte opuesta.

 

Otras obras de ampliación se llevaron a cabo entre los años 1977-1980 –con las que se construyó de nueva planta el espacio de la fachada ocupado por el edificio levantado por Regiones Devastadas– y 2007-2008. Con estas últimas obras, la Casa de Torrente adquirió ya la fisonomía actual.

 

Monte-Sión en la actualidad

 

Actualmente el Colegio Nuestra Señora de Monte Sión cuenta unos mil doscientos alumnos entre Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato. A nivel deportivo el Club Deportivo Montesión, vinculado al colegio, tiene equipos en diferentes categorías tanto en fútbol como en baloncesto.

 

Por su parte, la Parroquia Nuestra Señora de Monte Sión atiende una feligresía en torno a las siete mil quinientas personas y cuenta en su seno, entre otros movimientos y grupos apostólicos:

  • Real Pía Unión de San Antonio de Padua (Antonianos)

  • Cofradía de Nuestra Señora de Monte-Sión

  • M. I. Hermandad de la Virgen de los Dolores

  • M. I. Hermandad del Santo Sepulcro

  • M. I. Hermandad de la Oración del Huerto

  • M. I. Hermandad del Prendimiento de Jesús

  • M. I. Hermandad de Jesús Nazareno

  • Tercera Orden Franciscana Seglar

  • Cooperadores Amigonianos

  • Movimiento Junior-Zagales

 

“Torrent – Monte-Sión, para los Terciarios Capuchinos es: casa, hogar, familia, amistad, pueblo nuestro, vida de cosas grandes y pequeñas, las cosas de cada día que alimentan y expresan la fe en los hombres y en Dios. Son todos y cada uno de sus habitantes, las corporaciones eclesiásticas y civiles, el Colegio, la Parroquia, el Hogar Antoniano… Gracias, Monte-Sión, gracias Torrent, por estos años de historia compartida” (P. José Oltra, Superior General de la congregación con motivo del centenario de la presencia amigoniana en Torrent en 1989).

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