Hoy iniciamos nuestro tradicional rezo de los Dolores de Nuestra Madre como preparación a la fiesta que este año celebraremos el domingo 20 de septiembre a esa Madre nuestra que nos protege y nos acompaña bajo las dos advocaciones de Nuestra Señora de Monte Sión y Nuestra Madre de los dolores.
Que ella nos acompañe siempre, especialmente en estos momentos de tanta incertidumbre e inestabilidad, guiándonos como siempre hacia la confianza en su Hijo. Pidamos también por todos aquellos que están pasando malos momentos: la gente mayor que se siente sola, los enfermos y los que están sufriendo dificultades económicas o de trabajo.
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
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